En Latinoamérica y Estados Unidos (EUA) los puertos marítimos son motores de la economía; sin embargo están expuestos a muchos riesgos que amenazan la seguridad nacional de cada uno de los países ya que son los lugares de acceso y salida al comercio internacional. Por ello, las autoridades deben reforzar e implementar estrategias y tecnología para hacer frente a las amenazas ya existentes y nuevas que vulneran estos espacios.
José Barone, CEO de R. Barone Seguridad, aseguró que a nivel general los puertos se encuentran en una situación expansiva desde hace varios años, por diferentes factores que van desde la expansión económica de los países de la región, la aceleración del intercambio comercial y el aumento del turismo.
“Actualmente, si bien el movimiento de contenedores en México se redujo (en 2014 se contrajo 9.2% respecto de 2013), las expectativas por el nuevo Gobierno obligan a pensar en el fortalecimiento de la seguridad en los puertos a partir de una mayor actividad”, indicó.
De acuerdo con Randy Parsons, director de Seguridad del Puerto de Long Beach, ubicado en California, EUA, la seguridad en los puertos marítimos se debe enfocar mayormente en la llegada de barcos grandes o en aquellas embarcaciones que poseen gran cantidad de contenedores ya que eso conlleva un mayor tráfico dentro del puerto tanto del lado terrestre como marítimo.
Riesgos y amenazas
Debido a que los puertos son infraestructuras críticas, los riesgos a los que se enfrentan día a día son un reto para la seguridad de cada país puesto que estos van desde el robo, el ingreso de armas, químicos, tráfico humano, terrorismo, etcétera, por lo que es importante estar pendientes de todos los puntos críticos donde pueda suscitarse un delito o salir y acceder cualquier tipo de mercancía ilegal.
Barone explicó que a partir del mayor intercambio comercial, el volumen de embarcaciones que transportan mercaderías se ha incrementado. Las dificultades para agilizar la carga y descarga de contenedores han producido un aumento de los tiempos de espera en puerto que, además de generar costos por ineficacia, constituyen un riesgo potencial de robo de mercadería y problemas de impacto ambiental a partir de la posibilidad de derrames de hidrocarburos.
Arturo Arcos, gerente regional de Ventas de Axis Communications, mencionó que en muchos casos hay naves extranjeras que bajan lanchas rápidas al mar antes de llegar al Puerto para que sean descargadas en puntos sin vigilancia. Explicó que éstas pueden ser usadas por bandas organizadas para cargarlas de droga o traficar humanos, armas, etcétera.
Indicó que en tierra también hay un control muy fuerte en los puertos ya que lo que se busca es evitar que ingrese y salga mercancía de procedencia ilegal, por lo que se debe tener debidamente identificado quien accede y sale, así como darles seguimiento dentro de las instalaciones para verificar que todas las personas realmente se dirijan a donde indicaron que irían y evitar que dejen papeles o cajas tiradas en su trayecto.
En lo que respecta a los riesgos en el perímetro portuario, se pretende evitar que las partes más alejadas de los puertos se utilicen para sustraer mercancías que no fueron autorizadas para su ingreso al país ya que se han detectado en esas zonas que ciertas personas intentan sustraer productos que deberían de pasar por la aduana legalmente, señaló.
Por otro lado, Parsons aseveró que los puertos son sectores estratégicos en la economía y que por ese motivo las autoridades portuarias siempre deben permanecer al tanto y actualizarse dentro de los protocolos de inteligencia que dicta el Gobierno con respecto al terrorismo ya que estos espacios son objetivos potenciales debido a la importancia económica que tienen de manera local y nacional. Destacó que, por ejemplo, entre las zonas portuarias de Long Beach y la de Los Ángeles tienen
un flujo anual de cerca de 15 millones de contenedores, a los cuales las autoridades deben prestarles total atención.
Señaló que uno de los riesgos a los que recientemente han estado más expuestos los puertos estadounidenses es al tráfico de armas, el cual se ha ido incrementando en los últimos años debido a todo el fenómeno cultural del terrorismo que se ha generado en el mundo. Sin embargo, agregó que se encuentran muchos especialistas trabajando para resolver dicha problemática.
Tecnología para la protección de puertos
Con el incremento del intercambio commercial para los puertos mercantiles y de personas para los puertos turísticos, se vuelve necesario contar con un sistema de videovigilancia y controles de acceso que permitan identificar potenciales focos de conflicto. Asimismo, el avance de la tecnología permite acelerar los tiempos de procesos como la identificación de activos, contabilización de volúmenes de carga y de personas que transitan por determinados espacios, externó Barone.
A nivel general en las zonas portuarias existe un Sistema de Identificación Automática (SIA), el cual establece con el puerto una comunicación directa distinta de la alarma tradicional y permite identificar situaciones críticas como ataque armado, terrorismo o piratería, agregó.
Respecto a los sistemas electrónicos, aseguró que las distintas funcionalidades de las cámaras de vigilancia que integran el circuito de seguridad ya permiten detectar no sólo intrusions a sectores restringidos, sino también escapes de gas o derrames de químicos. Estos sistemas se basan en la tecnología de análisis de video y permiten, por ejemplo, generar un perímetro virtual, escanear y observar las aguas dentro del límite portuario, identificar y realizar el seguimiento de personas y embarcaciones.
Por su parte, Gustavo Gassmann, director de la Unidad de Negocios de Control de Acceso para HID Global en Latinoamérica, indicó que la seguridad electrónica combinada e integrada adecuadamente puede darle un control de todas las personas y vehículos que entran y salen, así como darles “ojos” en todos los lugares del puerto, por medio de la videovigilancia y la rastreabilidad de todos los activos (camiones, personas por medio de Radio Frequency IDentification —RFID—) y demás sistemas vinculados, sin olvidar los efectivos sistemas de protección y combate a incendios, que son esenciales en lugares de tanta circulación como los puertos.
Arcos expuso que el uso de sistemas de videovigilancia es muy importante para la protección de los puertos ya que, por ejemplo, cuando bajan lanchas rápidas que se encuentran en el mar a cinco o siete kilómetros del puerto, el uso de cámaras térmicas permite seguirlas para que en el momento en que lleguen a tierra la policía y las fuerzas federales ya las estén esperando.
Por otro lado, Parsons aseveró que en Long Beach las autoridades han puesto especial atención en los equipos técnicos de supervisión, por lo que el puerto cuenta con una red de videovigilancia alrededor de todo el perímetro y posee un sistema muy controlado de acceso que permite identificar con exactitude las entradas y salidas de las diferentes terminales y áreas de seguridad.
“Desde el acontecimiento en China, ocurrido el 11 de agosto de 2015, en el que una serie de grandes explosiones a causa de una fuga de gases químicos afectó el puerto de Tianjin, prestamos especial atención a las mercancías peligrosas y desarrollamos nuevos planes para controlar la estancia y traslado de este tipo de materiales”, relató.
Agregó que también se encuentran trabajando en desarrollar un sistema de rastreo e identificación más eficiente que permita saber en dónde se encuentran las cargas más valiosas o peligrosas tanto en el puerto como en su traslado.
“Hemos implementado la primer terminal autómata en EUA, la cual funcionará únicamente por sistemas computarizados, por lo que enfocaremos los esfuerzos en prever cualquier tipo de amenaza informática. Esta innovación nos permitirá aprender y manejar de mejor manera estos nuevos sistemas que seguramente serán el futuro de todas las operaciones de los puertos en los próximos años”, destacó.
Retos a futuro
A pesar de los esfuerzos que se han implementado para proteger los puertos, es necesario estar en constante actualización para seguirle el paso a los nuevos delitos que surgen para vulnerar la tranquilidad de estos espacios, ya sea con la ayuda de la tecnología o a través de estrategias implementadas por las autoridades portuarias.
Para Barone, el principal reto que constituye la seguridad en puertos marítimos es el continuo avance de tecnologías que permitan un mayor y mejor control de las cargas, personas e instalaciones. En este sentido, declare que la proliferación de VANTs (Vehículos Aéreos No Tripulados) o drones generan una oportunidad muy interesante para desarrollar sistemas de visualización remota.
En la opinión de Parsons, existen varios factores a tomarse en cuenta en cuanto a los retos, por lo que, señaló, uno de los mayors continúa siendo el cómo se comparte la información en relación a las operaciones del puerto, por lo que en Long Beach se están estudiando los riesgos y beneficios de convertirla en pública.
Fuente: Seguridad en América
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